Lo que uno no sea capaz de encontrar en su barrio no lo encontrará en una esquina de la Quinta Avenida.
¿No debería escuchar, con el cisne suave de la niebla, el pensamiento maravilloso y genial de que cuanto vive en mí es un admirable regalo?
Fuimos tan jóvenes que todo nos nombraba en su perjurio.
Hay una máxima de Sabato que siempre tengo muy en cuenta: "De un sueño se puede decir cualquier cosa menos que sea una mentira".
Has dejado a tu gloria pendiente un enjambre de ventanas: ten tiempo de mirar una nube o dialogar con el viento discreto.
La alegría que me saco de los bolsillos es comenzar. Comenzar me confecciona y es vivir, siempre, a cada instante.
Solo escribo de mí mismo cuando escribo de otras cosas.
Nunca le he contado a nadie lo que te cuento a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario