domingo, 3 de agosto de 2014

Un día feliz

Ser escritor de obras de un modo intuitivo es un lujo. La exigencia de verbalizar te mantiene adicto al mundo en tiempos que invitan a salir corriendo, a no tener nada bajo control. Le envío mi libro de poemas a Alba. De esos versos, hay algunos que me vienen una y otra vez a la memoria: "De todas las felicidades, me quedo, / lo digo  absolutamente en serio, con la que vive en tus piernas / alargadas, la de días de sol y cielos claros".
Decía un poeta chileno que andan días iguales persiguiéndose. En este día feliz, yo no soy Pablo Neruda. Pero soy todos los que seré y los lugares que vienen de no sé dónde, y que tanto amé.






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