Mientras estoy sentado con mi portafolios
mi gato Kim Ki Duk
se sienta dentrás de mí
social y gratificante
para dar una fiesta de colores.
A veces gime, gruñe,
se pega el encontronazo conmigo,
me araña y sangro,
me pregunta airoso dónde está,
genuinamente
oriental.
Dibuja dibujos de gato, o pone énfasis sin dibujar
como hacen los gatos despiertos.
Hay grandes gatos que lo son
cuando tienen el poder entre las garras.
Me llegan sus cuadros como pedradas de arte.
En mi gato Kim hay surrealismo,
criminales condenados a muerte,
prostitutas, puertas azules,
vanguardia, ambigüedad.
Ahora mientras lo observo
él pasa por el borde de un cajón
abierto,
entre diferente y respetuoso,
y se aparta de un brinco.
Le salen las prisas por hacer
una pelota con mi poema
y tirarlo a la basura.
jueves, 30 de octubre de 2014
viernes, 24 de octubre de 2014
Un hombre afortunado
miércoles, 22 de octubre de 2014
Lo que Yasunari Kawabata nos dijo al oído
1
Estoy contigo.
Suavidad femenina
al abrazarte.
2
Fijo la vista
en los rostros ajenos.
Tu rostro veo.
3
Desde la escuela
una niña me canta.
Color de otoño.
4
Muchas libélulas
por aquí y por allá.
Todo desnudo.
5
En Kii hace frío.
Preparo arroz y sopa.
Nieve en el pelo.
6
-Adiós. Adiós.
Los hombros empapados.
Intensa lluvia.
Estoy contigo.
Suavidad femenina
al abrazarte.
2
Fijo la vista
en los rostros ajenos.
Tu rostro veo.
3
Desde la escuela
una niña me canta.
Color de otoño.
4
Muchas libélulas
por aquí y por allá.
Todo desnudo.
5
En Kii hace frío.
Preparo arroz y sopa.
Nieve en el pelo.
6
-Adiós. Adiós.
Los hombros empapados.
Intensa lluvia.
viernes, 17 de octubre de 2014
Adolfo Serra
Adolfo Serra,
ocre levísimo, insecto de luz,
el trabajo se renueva todos los días,
la semana ilustra los espacios,
el hombre mueve sueños pintados,
el hombre inconfundible
que gira con las ruedas de la ocurrencia.
Adolfo Serra, Freud en el diván,
rostros desaparecen,
fugitivos pasos,
el espíritu del bosque
realquilando tu casa.
Entre el loco y el fanático, está el genio.
Casa de al lado, abc,
la memoria empieza por la infancia,
la energía te entra por las manos.
Adolfo Serra, artista minimal,
autodisciplinado.
El cuadro sin ti es solo un cuadro.
ocre levísimo, insecto de luz,
el trabajo se renueva todos los días,
la semana ilustra los espacios,
el hombre mueve sueños pintados,
el hombre inconfundible
que gira con las ruedas de la ocurrencia.
Adolfo Serra, Freud en el diván,
rostros desaparecen,
fugitivos pasos,
el espíritu del bosque
realquilando tu casa.
Entre el loco y el fanático, está el genio.
Casa de al lado, abc,
la memoria empieza por la infancia,
la energía te entra por las manos.
Adolfo Serra, artista minimal,
autodisciplinado.
El cuadro sin ti es solo un cuadro.
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