martes, 10 de diciembre de 2013

Rocío

Rocío es un agua que nada el tiempo.
Sus ojos siempre saben de mis manos.
Es la alegría de muchos sofás.
La que está es ella,
y el resto no sabe.
Dentro de su casa sueño
jazmines sin helada.
Qué estallido saberse tan vivo
mirando a alguna persona buena
a quien persigue la belleza.

Rocío es así. A Rocío las sonrisas
se caen de la fibra del alma
sin abrir tan siquiera la boca.
Ella provoca el verbo,
estimula la novela, los proyectos geniales.
Vivo en su tarde permanente,
esa que me permite abastecerme de su risa pura.
Me hace exclusivamente, exhaustivamente
positivo.

Rocío de lleno existir, su batir de olas suena a gloria,
a atardecer y amanecer de interior.
Rocío cumplidora. Rocío aurora austral.
Mejor me quedo en sus aguas ingeniosas e ingenuas,
de sensibilidad y emoción.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Que venga a estar conmigo

A veces juego a estar enamorado y entonces me repito una frase de Bernardo Soares: "La suerte, si quiere, que venga a estar conmigo".