miércoles, 27 de febrero de 2013

Calle elemental

Hay calles completamente desiertas, pues no lo son de verdad. Una calle desierta puede ser un caos de gente ninguna, porque los que pasan, pasan por ella como si estuviese desierta, como si fuese una razón olvidada.

martes, 26 de febrero de 2013

Milímetros

"Soy todo yo una vaga añoranza del presente, anónima, prolija e incomprendida".

"No creáis que escribo para publicar, ni para escribir ni para hacer arte siquiera. Escribo porque es el fin, el refinamiento supremo, el refinamiento temperamentalmente ilógico, de mi cultivo de estados de alma".

"Quien no tiene Dioses nunca tiene tedio".

"He naufragado sin tormenta en un mar en el que se puede estar de pie".

"La vida es un ovillo que alguien ha enmarañado".

"Es la última muerte del Capitán Nemo. En breve, moriré también. Ha sido toda mi infancia pasada la que en este momento ha quedado privada de poder durar".

Fernando Pessoa, Libro del desasosiego de Bernardo Soares, Seix Barral, 2oo8.


jueves, 21 de febrero de 2013

Sueños vagos

Tuve un sueño, como Soares: "Ha sido en un cuadro, sí, donde te he visto. ¿Pero de dónde me viene esta idea de que te vi acercarte y pasar a mi lado y yo seguir, sin volverme para atrás para estar viéndote siempre todavía? Se detiene el Tiempo para dejarte pasar, y yo te amo cuando quiero colocarte en la vida -o en la semejanza de la vida.

sábado, 16 de febrero de 2013

Interludio de novelas perdidas

Uno busca, derrotado y derrocado, su novela durante años y años, en las calles, en la atmósfera, en el intelectualismo, en la sombra, en el rastro, y de repente, zas, en ese mismo lugar por el que habíamos pasado miles de veces, aparece con cara de no haber roto un plato en su vida.

jueves, 7 de febrero de 2013

Sacando conclusiones

Me levanto pronto, entre nueve y nueve y media. Abandonando cualquier otra lectura me encamino hacia el Amado siglo XX, de Francisco Umbral. Anoto esta idea: "Si a los veinte no eres ya un escritor lorquiano, es que no lo vas a ser nunca. Yo respeto a los escritores sin estilo, con carencia de fraseología. Los respeto, pero no me dicen nada. Andar por la vida de escritor sin estilo es como andar por los mares sin vocación de marinero. La manera de decir las cosas importa mucho más que esas cosas. Cuando se ha contado algo sin manera es como si no se hubiera contado nada. La cosa no existe porque la nombremos, sino porque la nombremos de determinada manera". Tengo que escribir con estilo de lo que pasa hoy y de lo que no pasa, sencillamente. Sencillamente.

martes, 5 de febrero de 2013

Sociabilidad inteligente

No sé si fue Pessoa, si Senancour,el que dijo esto: no hay espejo que nos dé a nosotros mismos como fueras, porque no hay espejo que nos saque de nosotros mismos.

lunes, 4 de febrero de 2013

Tu regreso

En medio del deterioro de una amistad, ¿qué significa una mirada al recuerdo? El río borra a veces los rostros en lista de espera. «Cuándo quedamos», susurra el futuro en mañanas de febrero barroco, de sol y viento. O sea, ni frío ni calor. Así estamos. Te lo dije una vez: "Yo, Alicia, es que prefiero cuando regreses". Avenida de Cantabria, uno se esfuerza con los cinco sentidos en ver lo invisible, aquello que dé al corazón un calor verdadero, en levantar los ojos para mirar a las aguas del río del ayer a la cara. «Cuándo quedamos», dice el futuro exhausto. Pero llueve sobre mojado y ya nos han contado todos los cuentos que planean en uno como un gramófono anticipado. Como es lógico, es angustioso saber que a veces, tras las aguas de un río, lo que espera es el olvido canalla y su cólera. Hay amistades que nos parecen igual de guapas, con en el peso de los años, pero la vida las llena de sueños confusos. Hay amistades que tienen días de cuchillo, una espada de rebeldía. Pero hay más, hay otras de altas temperaturas en las que comprender es olvidarse de amar. Y amar es haber amado. La dejadez atronadora convierte entonces la actitud en metáfora del sentimiento de soledad. Cuando me distraigo, veo claramente. Si te distancias como mera tiniebla, brindaré por el silencio efervescente que cierra todas las puertas. Así se van los días. Y todo depende de los intereses creados de cada cual. Por eso no conviene desentenderse de las decisiones personales de cada uno. Importa más mirarse a los ojos. Aunque es difícil, es un recurso imprescindible. «Cuándo quedamos» susurra el eco restallante de nuestro futuro imperfecto. «Cuando regreses, Alicia, como el agua a las márgenes del río del recuerdo».