martes, 28 de junio de 2011

Definiciones

Cuando pienso en México lo que tengo entre mis sienes es un "México, Dulce y querido" destinado a soñar con la distancia de un café, de un afecto.

Te doy la  mitad de mi cero.

Mi desorden y yo vamos escribiéndote a medias.

La luna, que lo ve todo, me comprende.

Nadie puede emborracharse dos veces de la misma noche.

No me busques en las memorias del olvido.

En las esferas del amante la amada navega sin permiso, para perderse antes.

Pido carta, besos y octubres realistas.

Quien invierno abarca, soledad aprieta.

La verdad es un poema con las sílabas medidas.

A veces vuelvo a estar donde estuvimos, como si fuese ayer.

El desierto de tu piel en la duda de mi abrigo.

domingo, 26 de junio de 2011

En pie de abrazo

"Tiene mucho mérito que te hayas licenciado", parece decirme M. en la tertulia de los viernes. "Ni Xuan Bello, ni José Luis Piquero, ni Marcos Tramón, ni Javier Almuzara, ni Silvia Ugidos, lo han podido conseguir", añade luego. "Pero Néstor Villazón sí", le digo yo. Salgo del Yuppi del Rosal abstraído y pensando en mi amigo y en las ganas de brindar que tengo cuando lo vea. Me reconfortan las palabras de M., pues la victoria a veces puede ser hermosa, aunque siga teniendo los pies en el suelo. Digamos que éste es un paso de pasos que indica el camino. Al llegar a casa, de noche, me encuentro con un mensaje de Dulce, futura Médico-Titulado y nueva constelación que me ilumina, desde su Xalapa allá en México, que vive y se desvive y me reconcilia conmigo y con este mundo disparatado. De vez en cuando piensa uno que para ser feliz es necesario saber que se es feliz. He de decir que me han llegado sus abrazos atravesando distancias y acantilados y arrancando las cortinas de mi cuarto, mientras pienso -como el poeta granadino- que el porvenir es largo igual que lo perdido. En mi pupila nunca es tarde. Gracias, amiga.


sábado, 25 de junio de 2011

viernes, 24 de junio de 2011

Imagen y símbolo

Observar los atardeceres suele ser la mejor de las maneras de perderse en el tiempo.

Nunca es tarde si hago las maletas y duermo en tus brazos.

La verdad más inocente es una sonrisa.

Amo la tristeza congelada que hay en tu alegría.

La magia del mundo solo es real en el teatro de mi pensamiento. Cuando me canso de soñar, el mundo está falto de espíritu.

Me pones a cien y al día.

Sé bien guardar los secretos que me dicen en voz baja.

Los mares de tu ilusión saben que yo los espero.

El sol y la luna juegan a esconderse, y yo no tengo donde meterme, excepto bajo tierra.

No soy ambicioso: me contento con ser feliz.

Una calle sin rumbo y un cuerpo como el tiempo, que no acompaña.

Creo en las princesas crepusculares. Duran lo que un suspiro.

jueves, 23 de junio de 2011

En cada lealtad hay un rumor de transparencia

Yo he querido un respeto de cristal.

Que la lluvia viniese sobre mí
con sus alas de tarde,
que la noche difícil se moviera
como un vaso de agua en nuestra mano,
que las enamoradas
buscasen un espejo donde sentir los labios,
y que la historia
con su tacón injusto
no pisara mi vida,
porque  la lluvia y yo
y las enamoradas y el espejo
no somos partidarios de los cristales rotos.

miércoles, 22 de junio de 2011

XXIII

Los mudos que veo
no me incumben.
Que piense,
que calle
su silencio,
que muden su mudez,
que no digan lo que quieran.

martes, 21 de junio de 2011

Edén soñado

Por la mañana, en cuanto uno se levanta, se despide de la primavera pero se siente malhumorado y no sabe a qué se debe. Tras reflexionar perseguido por las dudas se da cuenta de que su sola preocupación es terminar el nuevo libro de poemas en asturiano, el elaborarlo como quisiera. ¿Dónde hacerlo? El viejo y leal café La Corte ha cerrado por reformas que durarán un mes (el plazo que tengo para entregarlo), y era la tierra del poeta, como quien dice. Solo soy cuando estoy en La Corte o entre tus brazos. Con esto está dicho todo. Pero para torturarme recuerdo aún algunos de mis versos: "Día dichoso. / En el café La Corte, / solo rutina". Bendita rutina mía. No sé quién aseguraba que la poesía solo se siente feliz cuando encuentra a alguien que sabe escuchar. Y La Corte, lo hacía bien. Ahora el futuro perfecto pasa por buscar otras opciones que no maltraten a mis poemas, aunque sea de noche y haya tormenta. Espero camuflarme pronto en algún sitio, hundido e irreparable con el olor de tu sombra, retazos de un Edén soñado.


lunes, 20 de junio de 2011

Fotografía

AG me da la enhorabuena desde Sopelana, y también N, desde Madrid, por licenciarme, y a uno se le queda durante unos minutos una sonrisa prendida en la cara. Acabo un nuevo poema, "Memoria", para un libro en asturiano que estoy haciendo y terminaré pronto, y comienzo la lectura de Mañana no será lo que Dios quiera, de LGM, un libro que aúna admiración y ternura hacia el poeta ovetense Ángel González (que no está pero seguirá estando). Me quedo con una frase: "La buena suerte suele enamorarse de la mala suerte, van siempre juntas, duermen en la misma cama". Después vuelvo a la vieja Algorta de la que me enamoré una vez, regreso como digo con el pensamiento, a través de la calle Alcarria de Gijón, a la que fotografío por voluntad o por fortuna, no tan bien como mi amiga N. (experta en sacar fotografías metafóricas, tiene arte hasta rabiar), pero refleja, a fin de cuentas, una zona templada de mi vida, una felicidad a tiempo. Como dice el poeta granadino en su libro, "en la vida todo se anda, pero todo tiene sus momentos, sus pasos". Aquí la dejo, a quien leyere:

domingo, 19 de junio de 2011

Sinceramente tuyo

"Lo que me hace feliz me hace suplicar". Siento a Revólver cantar hermosas palabras de su último disco Argán, que me transporta a Marrakech. De ella dice "se me metió en el corazón". Hay ciertas cosas que uno no elige, simplemente suceden, y ya nada vuelve a ser lo mismo. Me viene a la mente la "Invitación al viaje" de Charles Baudelaire: "Donde la vida se respira suave; donde el desorden, la turbulencia y lo imprevisto no existen; donde la felicidad está casada con el silencio". Algunas observaciones. Me gustan los amores extraviados en un sueño, me gustan las ciudades a las que escribo. Si alguna vez fui feliz, liberando luciérnagas, fue estando de viaje, saltando en pedazos mi valor; si recuerdo rostros, bullicio y océanos que nunca serán sombra, fue estando de viaje; si hay cosas que todavía regresan y me susurran ciertas noches, son cosas que regresan de algún viaje. Quizá por eso vuelvo a verte en sueños en La ciudad de Las Flores o en Astillero o en la vieja Algorta o quizá en el café Titanic bebiéndote un whisky con media sonrisa, a la salud de mis ojos que no paraban de ser tuyos. Si alguna vez fui feliz y encontré lugar para guarecerme fue estando de viaje. ¿Has pensado alguna vez en ir al sur para empezar de nuevo? Nunca es tarde si hago las maletas y duermo contigo. Nos vemos en el próximo sueño. Estoy aquí para escuchar tus idas y venidas. A tu lado. Sinceramente tuyo.

Te vas

Brilla aún
aquella primavera
allí, en tu piel.

sábado, 18 de junio de 2011

París

Un tiovivo abandonado
por los años y el mundo
tras la visita al Sacré Coeur,
una tarde, en invierno.
Del tamaño del cielo nuestro amor,
aquel instante.
París, hoy, es un iceberg a punto
de alcanzarnos.
Sé que el segundo es una puñalada.
Sé también que el recuerdo es certidumbre.
Pero el poeta escribe,
ya, como aquel viejo vaivén,
ausente y sin amparo.

viernes, 17 de junio de 2011

Otra vez

Anoche soñé con X. Me encontraba con ella en el Parque San Francisco. Seguía siendo morena, de ojos negros, y de una belleza apacible, jodidamente hermosa, quiero decir. Pero de pronto el Parque San Francisco se transformó en el Campus del Milán, como por arte de magia. Así de raros son los sueños. Me miraba con cara desconocida. No supe qué decir. Pregunté si tomábamos algo en el café Titanic. Sería mi primera copa como Licenciado, algo parecido a la felicidad. Pero ella no me contestó. Qué extraña sensación de irrealidad. En sueños, ciertas veces, las personas no contestan. Guardan un silencio atronador. Me despedí de ella y me fui a mi casa. Cuando llegué el teléfono no dejaba de sonar. Era X, no paró de llamarme, deseaba hablar conmigo. Le dije que si quedábamos, pero no me contestó. En los sueños los teléfonos no dejan de sonar nunca y decidí bajar a dar una vuelta para airearme. Sin pensarlo dos veces me fui hasta Los Prados y respiré con alivio, aunque tardé seis horas en llegar en un trayecto de solo veinte minutos. Así de raros son los sueños. Caminé y caminé escuchando el rumor de la gente. Me topé con X de camino, la saludé, pero no se paró, con cara desconocida. El móvil comenzó a sonarme unos minutos después. X no dejaba de llamarme. Al doblar la esquina, no había nadie. Tan solo una sombra que me seguía con el brazo extendido. "¡Espérame!" -oí decir. Me fijé y era X de nuevo la que me acechaba como en mis peores pesadillas. Como cuando estoy despierto.

miércoles, 15 de junio de 2011

La papisa de los gatos

"En vista de que todo está inhabitable, me voy tras de mi gato, que siempre me conduce a alguna parte, y, abriéndole la puerta de la  calle, le sigo por climas lluviosos y climas soleados, por todas las atmósferas de la ciudad, que él recorre en zig zag de gato, pero en secreta derechura".

"El gato es la única flecha que vuelve. Tiene orejas y velocidad de flecha, pero no se queda preso de hocico en la diana, sino que vuelve con toda la escritura del mundo escrita en su lomo ligero y en sus ojos de zarina".

"Mi gato, que había leído a Omar Kayam y a Oscar Wilde (aunque no a Lermontov, como creía o aconsejaba el antipsiquiatra), volvió a mi diciendo: yo soy cielo e infierno".

"Penúltimo camarada de mi vida, siempre un gato pasea con mis pies, el silencioso gato que se ha comido un búho pensativo".

"Gato recién llegado, inmenso gato, manos y pies de sigilo y blancura, bello".

martes, 14 de junio de 2011

No me siento un hombre solo mas que cuando el hoy se retira.

Reflexiones sobre Ítaca

Ítaca es todo un paraíso emocionante y misterioso,
como una isla en medio del tiempo.

Ítaca es un día, un año, toda la eternidad entera.

Ítaca es el momento, cada detalle
-la luz del mediodía o el aire- que hace del mundo algo inmenso.

Ítaca es una ciudad sin sueño, que todo el día es la misma y siempre cambia.

Ítaca son todos mis amigos, y mi único amor.

Ítaca es ver pasar el tiempo mientras pasa la tarde, sin hacernos daño, sin ruido.

Yo estuve en Ítaca. Fue una tarde en el cuarto número 26 del Hotel Balmes, junto a la brisa veraniega; fue en un café de París, que se llamaba D'hauteville,
muy próximo al bulevar Magenta,
donde besamos a la vida besando nuestros labios;
fue casi una semana por la calles apacibles de Barcelona
que aún me recorren;
fue en aquellas tardes de la infancia tumbado por cualquier lugar, mirando al cielo,
buscando la forma de las nubes.

Ítaca está en la playa de Oriñón en una tarde de lluvia,
ocultando nuestros rostros del ajetreo cotidiano.

Ítaca está en el café Cires, en Astillero, y a la orilla de la Ría Solía
donde aún espero a quien no llega.

Ítaca son dos miradas que se cruzan en un tren. Las promesas. Tu mano tendida.
Nada más una frase, una sola, en tus labios en una noche lenta.

Ítaca es el sol de las Ramblas y el mismo en la playa de San Pedro.

Puede que para mí Ítaca no sea más que
-algo parecido a las palabras que dijo, hace ya algún tiempo,
Tao Yuanming-
una casa acogedora y un fuego encendido,
tu mirada que es una brújula de fe y de coraje,
la de la  gente sencilla, con la que pasaría alegremente las mañanas y las tardes...

lunes, 13 de junio de 2011

Licenciado

Estación de tren. Hacia Oviedo. He de decir que me topé con una muchacha guapísima, distraída, contenta. Esto es un hecho. Unos veinticinco años, morena, ojos oscuros, pelo rizado, me recordaba un poco a X. Me quedé obnubilado y entre nosotros hubo una mirada de complicidad. Me ha sucedido incontables veces. Y seguro, claro, volverá a sucederme. Los trayectos de tren, con su traqueteo infalible, casi nunca me defraudan. Llego a mi destino. En la librería Cervantes me encuentro con que M. ha publicado una nueva antología de su poesía. Me extraña que los dos últimos poemas, inéditos, no estén medidos. ¿Cosas de la edad? Comprende uno de golpe que nada se comprende. Me dirijo entonces a Quijote. Recorro la librería despacio y mi insistencia me regala Lecturas para minutos, de Hermann Hesse. Leo: "No es mi obligación entregar a los demás lo objetivamente mejor, sino lo mío, tan pura y sinceramente como sea posible". Uno puede que no esté muy de acuerdo con ésto, pero es consciente de que lo hace cada día. Corrijo después estas líneas improvisadas en La Corte mientras se me ocurren algunos aforismos prescindibles:

EN mis sueños mando yo.

*

A menudo me quedo mirando en un punto fijo sin hacer ni decir nada.

*

BUSCO con desesperación una palabra que raramente encuentro, busco unos papeles que se han perdido entre la marabunta de escritos de mi cuarto; busco un amor que abra todas las puertas pero no aparece. Acaso estoy perdido, como ellos.

*

LA vida nos ha embarcado en el mismo trayecto. Estamos vivos.

*

SIÉNTATE a mi lado y te diré quién eres.

*


Por lo menos el día empieza, transcurre y finaliza igual de bien. A media tarde me entero de que al fin uno es Licenciado (no solo en Filología Hispánica, sino probablemente en clases de fe). Nunca es tarde. De modo que lo celebraremos pronto pues ni princesa sin amor ni amante sin princesa.

domingo, 12 de junio de 2011

Sé que es difícil (y un aforismo y una foto)

A pesar de las celebraciones de ayer por mi amigo S. sé que es difícil no pensar en mañana. Será un día importante en el que hacer balance de lo vivido en estos últimos años. Es hora de habitar viejos sueños. Yo sé que las cosas van a ir mejor y espero tener nuevos escritos que aportaros de ahora en adelante. Aquí deja uno un par de aforismos y una foto (hoy es domingo).

EL poema va con su gabardina sospechosa, navega por las calles que siempre te recuerdan, te trae la sombra de tu octubre rindiendo cuentas de otros días.

*

El recuerdo cálido de la plaza de Riego, por donde
circuló mi gente, mi memoria.

sábado, 11 de junio de 2011

El amor es una serpiente

Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
LUIS CERNUDA

Se agita el mundo en un café de luces
espesas e ilusión del porvenir
donde charlar con las primeras sillas.
El futuro es un gesto, un desvelo
y una piel en donde el amor habita.

El humo de tus ojos
se dice con palabras no vencidas:
duda, afán, paraíso.

Esas cosas acaso exactas
de balcón en balcón,
de labio en labio,
en un rumor de cuerpos que no cesa.

Vuelvo hacia ti
y el amor es una serpiente.

Sola
la primavera escribe su nostalgia.

viernes, 10 de junio de 2011

Teseo cumplido

Tendría que hablar ahora de JLS y su libro La victoria en la derrota, flamante finalista del Adonais y ahora ganador del I Certamen Literario de la Universidad de Oviedo. "He ganado, me acaban de llamar", me dijo ayer el propio JLS al recibir la noticia. Lo cual le hace a uno sentirse privilegiado al ser el primero en enterarse. Me gusta saber de los proyectos personales de mis compañeros de gremio, de sus versos que nacen, de los reconocimientos que van viniendo. Y ahora, aunque feliz, me siento como un Teseo afanoso  dentro del laberinto. Reparo que JLS ha salido de él y a uno, asustado, le toca enfrentarse al Minotauro. "Aquello que se alarga es cada vez más inexacto", según Canetti. Haré balance de lo vivido y esperaré que a partir de ahora las musas vuelen bajo como decía el maestro Sabina, y que Ariadna me eche, a ser posible, un cable. Nunca es tarde. Somos felices. Continuamos con nuestro viaje. Mi enhorabuena, amigo.

jueves, 9 de junio de 2011

También estas liras para ti

...en los vastos jardines sin aurora...
LUIS CERNUDA

Donde el amor habita,
donde el tiempo camina detenido
sobre tu piel y grita,
borracho, consentido,
mi corazón en el amor perdido.

Donde el deseo espera,
donde un beso parece un forajido
y una ciudad cualquiera
seduce a su latido
mi corazón en el amor perdido.

Donde tu cuerpo aguarda,
donde se hace palabra mi gemido
y lucha, mientras tarda
en encontrar tu oido
mi corazón en el amor perdido,

allí tiendo mis venas,
alli la soledad que hoy se ha dormido
bajo las azucenas.
Allí acudo vencido,
allí mi corazón, aquí el olvido.

miércoles, 8 de junio de 2011

martes, 7 de junio de 2011

76

Te bienquiero a ti que eres nostalgia. Y no sé cómo echarte.

Sin remitente

Para quién brotan / tus palabras nocturnas. / Hiedra y silencio.

Persigo luces / cargadas de pasado. / Ya las conozco.

Cantan las hojas, / baila un árbol de espanto. / No sé tu nombre.

Nunca te vayas / de este minuto nuestro. / Cortas la vida.

Tras de tu nombre / y tras de aquella puerta / tu lealtad.

Abre el balcón / y asómate a las Ramblas. / Allí estoy yo.

Contengo amores. / Yo sé que son tantísimos. / Por ellos canto.

Como tijeras / en las manos de un loco, / todas las sílabas.

Hay muchas veces / que en algunas palabras / crece la hierba.

Cruza la noche / con pasados que vienen, / y apaga rostros.

domingo, 5 de junio de 2011

Ensueño

Uno se encuentra con A. y le ve entusiasmado con su viaje a Alemania. Tan solo estará tres días, pero todo viaje, por breve que éste sea, puede convertirse en el mayor de los paraísos, imagino. Continúo con Las cosas rotas y otras 60 odas elementales, de Pablo Neruda, cuya selección hace Jaime Quezada. Un buen libro, con grandes poemas del poeta chileno. Acaso se me pegue algo. "Tienes toda la razón cuando hablas de despertar cerrando los ojos", me dice luego Mrs Lovett. Leo el fragmento No toda es vigilia la de los ojos abiertos, de su diario, y me viene a la cabeza un diálogo del poeta Seamus Heaney y Borges, en el que éste le responde: "Cada mañana, cuando despierto, recuerdo sueños y los grabo o los escribo. ¿Estoy soñando ahora? ¿Quién puede saberlo? Nos soñamos unos a otros todo el tiempo". Sí, es cierto lo que dice Macedonio Fernández en su ensayo: las imágenes de un ensueño tienen nitidez y vivacidad, como las del vivir. Los estados de la vigilia acostumbran a ser más débiles y menos emocionantes que los del ensueño. Y es que un ensueño, pienso ahora, vale más que mil vigilias. Rueda el tiempo. Sigo estando a ojos bien cerrados pero eso no me impide ver el mar de ayer en San Lorenzo a pesar de la niebla, observar dos veces tus ojos nunca vistos o soñar a nado tiernamente desde mi buhardilla, igual que el viejo Benedetti. "Así me llamen permanezco / muslo a tu muslo / boca a tu boca / quiero quedarme en vos".

sábado, 4 de junio de 2011

Hoy te eché de menos



"¿Qué recuerdo de ti?", dicen unos versos de García Montero. "La noche inevitable que arde como un rito, / la norma temeraria de castigar los límites / y el negro maltratado de tus ojos". Hoy te eché de menos.

jueves, 2 de junio de 2011

Oda a Anna

A Anna,
único norte en el invierno.

Porque también yo he visto,
qué disparate,
gente que aborda los cafés
con rumbo indiferente,
como diciendo adiós.

Miro hacia esa oscuridad
en donde estás tú.
Te llamas Anna,
paseas tu italiano de Torino
por esta España breve.

Quisiera contarte en secreto
quién soy yo,
así, en voz alta,
me dirás quién eres,
te diré quién soy
como si nada.

Hagamos cuentas.
Todo el mundo está lejos.

Tú y yo
nos cogemos de nuestros ojos
fingiendo no mirarnos.
Perdón si me levanto
sin la resaca de un saludo,
será que somos soledades
desamparadas de cruzarse.

Sentirse pasajero, Anna,
no es fácil en tus ojos.
Murmuro:
Acércame la piel de tu periódico.
Tú te peinas en el espejo
de minutos profundos.

Supongo que no hay mucho que hacer:
cada uno de los dos es un poema.

Ahora
la vida va apurando
tazas cansadas, copas de etiqueta
y gabardinas hastiadas,
haciendo añicos sonrisas,
qué sé yo por qué,
y lo que dura
es como el mar o el fuego,
perecedero.

Me levanto tedioso
y te deseo suerte en mi interior,
la cita ya no tiene otro futuro.
Con tu certeza
abordas el café,
con rumbo indiferente,
como diciendo adiós.

miércoles, 1 de junio de 2011