lunes, 30 de mayo de 2011

Balada del contigo

Yo no quiero París con aguacero
ni barranco sin ti.
JOAQUÍN SABINA

Yo no quiero mujeres con preludio
ni las razones de tu urgencia.
Yo no quiero moneda al viento.
Yo no quiero las rosas de Ronsard.
Yo no quiero oír pasar los trenes
no subiendo a uno de ellos.
Yo no quiero hoteles tristes.
Yo no quiero frío en Madrid
ni quiero Nueva York sin asombro ni pasión.
Yo no quiero tu doble o nada.
Yo no quiero jardines extranjeros,
que arriesgues nuestro beso,
barranco sin usted.
Yo no quiero el fracaso de los lunes.
Yo no quiero días de siempre
y noches de jamás.
Yo no quiero la reina de los bares
ni el mar de tu ginebra.
Yo no quiero rostros de vos.

Lo que quiero es, muchacha de pupilas oscuras,
tu tiempo y tu azul,
que un día incierto
no sé cómo ni sé
con qué distancia,
por fin me necesites.

Esta boca es tuya

Nunca pensé que en la insistencia hubiera tanto talento agazapado.

El silencio de una mujer es el peor de los silencios.

Convido a mi musa a café en La Corte. Es toda una princesa.

Amor, dulce amor.

He cometido el peor de los pecados: te quise.

Me falta un olvido, me sobran cien cicatrices.

Con tu mirada de cisne, la vida tiene más sentido.

Si me dieran a elegir entre el olvido y la mentira, escojo tu mentira.

Ser original es una buena manera de envejecer.

Si NY existe, piensa en invitarme. Estamos vivos.

Me deseas pero a veces tu deseo duerme.

Es necesario tener orden para perderlo.

Cada vez hay más olvidos. El olvido nunca pasa de moda.

sábado, 28 de mayo de 2011

Me gusta

Me gusta mirar el curso del viaje de tren por la ventanilla.

Me gusta convivir con mis sueños.

Me gusta pensar que las cosas van a ir mejor, porque llegarás tú.

Me gusta quemarme en tu sonrisa.

Me gusta el entusiasmo y los consejos de Lorena.

Me gusta el truco o trago -y yo pido whisky.

Me gusta el oxímoron de Mrs Lovett: su optimismo triste.

Me gusta escribir a deshoras, y que mi norte apunte al sur.

Me gusta estar en La buena vida con Iván Cabello y César y emborracharme de monotonía.

Me gusta gustarte.

Me gusta el amor fugaz y silencioso.

Me gusta el desorden ordenado.

Me gusta charlar a diario con Mariola.

Me gusta la lentitud de los aviones.

Me gusta adivinar tu sombra, que siempre me sigue a donde vaya, fiel.

jueves, 26 de mayo de 2011

Estabas en el humo

"Porque el amor requiere / cataratas de sol, / saltos de espuma / y plena claridad en el abismo". En medio del silencio de mi cuarto me levanto dándole vueltas a unos versos de Javier Egea, de su antología Contra la soledad, en la que hay cabida para el amor, como en casi todos los libros que merecen la pena: "Estabas tú en el humo. / Pero cerré mis ojos para que hablara el día / y ya no estabas en el humo tú. / Pero cerré mis labios / para que viera el humo la mañana / y ya no estabas en el humo tú. / Pero prendí mis manos / con otro sol que floreció desnudo / y ya no estabas en el humo tú". Me levanto tras haber soñado con X. Ha sido más que un sueño el que vino a visitarme en medio de la noche. La tristeza y el sueño son más que palabras. Estábamos en nuestro café habitual que es donde me gusta estar, charlando incansablemente. Que era ella lo declaraba esa sonrisa de cisne suya, inigualable. "¿Es que no te caigo bien?" "No, no es eso". "¿Quedaremos más a menudo?" Ella comenzó a hablarme de sus ganas por viajar e ir a Nueva York y de su gusto por la ropa. Estaba bella al pie de mi sueño, pero poco a poco sus palabras se convertían en ceniza, ella iba volviéndose cada vez más invisible. Yo trataba de escucharla pero sus palabras eran remotas. Salí angustiado a la calle, ya despierto, cerrando mis ojos, cerrando mis labios, prendiendo las manos con otros soles, pero no se me olvida la mirada en tu rostro cuando te fuiste de mi sueño. Nadie puede contemplarse dos veces en tus ojos, se decía el poeta. Te echaré de menos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

A quien conmigo va

París, Cortázar, Sylvia Plath, Gijón,
Keats, Eugénio de Andrade, Dostoievski,
Saramago, Trapiello, Juan Ramón,
Baudelaire, De la Serna, Zagajewski.

Algorta, Margarit, Sabina, Lorca,
Garcilaso, José Hierro, Montero,
Neruda, Jorge Luis Borges, Mallorca,
Paul Morand, Aub, Pacheco, Astillero.

Cires, Pedro Salinas, Ungaretti,
Granada, Li Po, Sabato, Pessoa,
Yehuda Amijai, Cheever, Thomas Mann.

Senancour, Mahmud Darwix, Benedetti,
Gil de Biedma, Francisco Umbral, Lisboa,
Ángel González, Bretch, Omar Jayyam.

martes, 24 de mayo de 2011

Vuelve

Otra vez la misma escalera. Te intuyo desde la lejanía y el mundo duele menos y estoy más vivo que nunca. No tengo la certeza de si vas o vienes. Así que condenado como estoy a perderte, una y otra vez, te grito fuerte porque tengo preguntas, porque amo, porque estoy vivo: vuelve.

lunes, 23 de mayo de 2011

Como un juglar que canta para ti

Não sou nada.
Nunca serei nada.
Não posso querer ser nada.
À parte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo.

ÁLVARO DE CAMPOS

Si la reina del baile ya no está,
delgada, amable,
con sus tacones altos
y pestañas abiertas,
pareceré un atardecer gris en San Lorenzo
con las orillas rotas,
como un juglar que canta para ti
y hoy está triste,
y demasiado despistado.

Mira.
Yo hice lo que pude, di mis mejores pasos.

Sigues como una cenicienta
en tus trece,
y me haces ser un corazón
transeúnte de ti,
y atardezco, amor, atardezco.

Pasan noches, gentío, trenes
y muchachas pacíficas
que me persiguen
al pie de cada barra.

No es tan grave el dolor.

Lo que duele terrible y bombardea,
puedes creerme,
es que sin ti, diosa del baile,
ya no tengo a qué agarrarme,
soy un verso que llora y se desnuda de pena
en los días iguales,
un cuarto sin  Mozart, Ives, Stravinsky,
esa locura que no tiene fin,
un Pessoa sin Baja.
Nao sou nada...

domingo, 22 de mayo de 2011

Materialismo eres tú

¿Y tú me lo preguntas?
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Si supiste decirme que no estamos en paz,
si venir a tus labios fue sentir el calor
de un hermoso equipaje para siempre en los hombros.

Si se abrió el horizonte con sus ojos brillantes,
con toda su extrañeza.

Si hay días, raros días
en que cruzas de pronto la calle y me sorprendes
con alguna denuncia inesperada.

Si hay tardes, raras tardes
que me atrevo a contarte
mi pequeña verdad de enamorado,
que me atrevo a tirar por la borda algún jirón
de esta memoria sucia de dominio,
turbia de soledad.

Si hay noches, raras noches
que cuando te descubro
por una de esas calles que llevan al mercado
parece que una estrella, de golpe, me alumbrara.

Mi edén

Digamos al modo de Caballero Bonald: es domingo, un día más canción que número, cegador e ilusorio.
Una foto simbólica de hace ya algún tiempo. En ella unas escaleras buscan su reflejo cómplice en la columna, con un contraste de sombra y luz. Sé que quedan por subir peldaños de por fuera y peldaños de dentro, inquietantes, solo míos. Pero no sé cuánto tardaré en encontrarte. Allá donde viajes está mi edén.

sábado, 21 de mayo de 2011

Soneto (no tan) necesario

Te retrasas desnuda y decisiva
y espero a tus ojos sin reproche,
el tráfico es muy lento por tu noche,
por ti mi última luz, la llama viva.

Bendito sea el verbo de tu boca
de princesa que rima con promesa,
mucho ruido y cocina más bien poca
mas te pongo mantel en ancha mesa.

Las prisas, el tesoro del perfume
cómplice de mis versos malabares,
el misterio en tus ojos se resume.

El rímel, las pestañas y el secreto,
que tratan de colarse por los bares,
quisiera defenderlos mi soneto.

Lluvia de Verlaine

Lejano tiempo.
La lluvia irreversible
canta tristeza.

viernes, 20 de mayo de 2011

Cerrar los ojos para verte













Ya está en las librerías, Cerrar los ojos para verte (Universos, 2011), el libro de poemas de mi amigo y compañero de gremio Olay. Nos decía el viejo Benedetti que cerráramos los ojos para entrar al misterio, y es lo que piensa uno ahora. Un libro éste de analista minucioso y lector incansable. No defraudará.

jueves, 19 de mayo de 2011

Mundar

"Cada sombra captura un rostro de su sombra" (Juan Gelman).

Bendito azar

En estos días sin tregua araño tu sonrisa de cisne, de lejos la adivino, desde mi ventana de arena.

En estos días sin tregua mi ciudad escucha tu voz, azul y renovada, confundida entre las masas.

En estos días sin tregua yo repaso instantáneas de nuestro primer y único encuentro, de mi batalla de últimas razones.

En estos días sin tregua vienes cada noche de tormenta, olvidada de horarios, y me mandas un SMS que en realidad es un SOS y yo te salvo de una alta torre imaginaria.

En estos días sin tregua puede que el planeta se derrumbre con el temblor del terremoto pero tú apareces brillando como un candil entre la niebla.

Bendito azar el mío, compañera, en estos días difíciles y sin tregua, en que me haces ser quien soy, mientras te sueño.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Para saber de mí hago noche en la casa de un amigo

No quiero molestar. Los dueños de la casa
duermen y no son horas
de despertar a nadie.
Hay que tener cuidado al encender la luz,
bajar al baño, recibir
llamadas en el móvil
o buscar agua fría en la nevera.
Está la noche calma,
el silencio vigila los pasillos
y los relojes sufren en el calor de julio.

Tardamos en dormir,
se hizo larga la cena porque había
historias que contar,
demasiado equipaje
de los últimos años.
Las viejas amistades están certificadas,
deshacen los kilómetros y el tiempo
para que todo ocurra como si fuese ayer.
Me han visto igual que siempre,
han opinado con razones mías
más veloces que yo. Sólo recuerdan
lo mejor que hay en mí.

Y ahora, desvelado,
no quisiera hacer ruido. Sin encender la luz
piso las escaleras con los pies de una sombra,
le explico a la quietud de la cocina
la diferencia horaria de mi sed,
llamo a Madrid, ruego que me perdonen
porque nunca he sabido despedirme,
en voz baja comento los detalles del viaje
y me encierro en el baño
donde soy cuidadoso como un gato intranquilo
para no dejar huellas.

Nadie se ha despertado,
pero todos mis ruidos están en el espejo.
Allí veo correr el agua sucia
de un hombre silencioso. No conviene
despreciar esta rara lección de intimidad.
Para saber de mí
hago noche en la casa de un amigo.

martes, 17 de mayo de 2011

Dos cuerpos

Frente a frente
dos cuerpos son dos astros.
Cielo vacío.

Informe de Neruda

Escribo para ti
y mis palabras
siempre temen y esperan.

Intento traer anchas avenidas
en un amanecer de intimidad.

Sí,
para que tú me oigas,
y acabe por nombrarte en un punto,
por dejarte flotando ante mis ojos.

Ya sueno un poco a ti.
Ya vienes un poco de mí.

Es obvio.
Para que tú me oigas mis palabras
se adelgazan devaluadas,
y amanecen contigo.

lunes, 16 de mayo de 2011

Puedo decirlo

Pequeña y dulce
corazón coraza.
MARIO BENEDETTI

Porque te tengo y no,
porque te pienso,
porque la noche está solidariamente espía
apta para buscar tus ojos,
déjame estar,
te quiero,
menos mal que te quiero.

Porque eres mía,
porque no eres mía.
Llámame,
tendamos nuestro brazo a la luna
de ojos bien abiertos,
para vernos y vernos
a ciencia cierta,
quién eres tú detrás de esos resabios,
quién seré yo detrás de mi desorden.

Perdón por mi insistencia
al pie de los suburbios.

Pero es que a veces,
puedo decirlo,
una piel nos recuerda a un cálido refugio.

domingo, 15 de mayo de 2011

La buena compañía

En las noches de lluvia,
tus ojos tienen forma de ciudad.

Tengo que ser memoria
porque estas calles me sonríen cómplices,
son el itinerario de nuestra soledad
y su tormenta es el idioma
del viajero.

Tengo que perseguir París
como un diario al descubierto,
porque el cielo es un día de diciembre,
amor de ti,
y sus luces están vilo,
civilizadas.

Porque ayer mis oídos escucharon la música
de la felicidad sin pretensiones,
en una vieja mesa de café.

Tengo que decir claridad,
mis barcos están llenos de Astillero
cuando la niebla cae,
de nuevo con tristeza,
entre mis dedos.

Yo busco los momentos bellamente sentidos
que no conocen la prudencia,
y sé de esos abrazos reincidentes
que vienen de otra edad o de otro sueño.

Pero no tengo que quedarme,
las sombras de lo incierto me interrogan,
y aparecen mis dudas relativas,
y algunos labios con futuro.

El amor no es el mismo, ni aun trayéndolo
de forma descentrada, como rompen
las olas a lo largo de un verano.

martes, 10 de mayo de 2011

Por fin te encontré

Me acompañó, con ojos de batalla, al Titanic y tomamos algo. "No quedaremos más, haremos como en Rayuela. Si coincidimos, coincidimos". "Te tomo la palabra", le dije. Y me marché de allí recordando unos viejos versos: "Ninguna era tan bella como tú / durante aquel fugaz momento en que te amaba: / mi vida / entera".

domingo, 8 de mayo de 2011

El que se aparta

El que se aparta  de lo que amaba,
hará saltar su última palabra
como una piedra plana sobre el agua:
saltará tres o cuatro
veces. Después se hundirá.

sábado, 7 de mayo de 2011

Anuncio por palabras (que escriben soledad)

Busco un café pacífico,
amigos con alguna lealtad
-sin hora de regreso-
que esperen al doblar el mundo
con una copa relativa,
para brindar por la costumbre.
Necesito
síes que tapen sueños
mientras continúo despierto,
tu nombre o tu silencio,
una silla vacía, un beso extraviado
que flote con olor a puerto viejo
y a verano.

Magia

Se cerciora uno de que tiene tu sonrisa al alcance. Es hermosa y se agradece. Bajo las escaleras y salgo a la calle, como siempre, en silencio. Permanezco unos minutos pensando en un posible poema. Entro entonces en el café donde, bajo la piel, uno se siente Baudelaire. Vuelvo a escribir, a buscar los últimos abrazos. Fuera, solamente la vida, transeúntes que pasan tibiamente. Los poemas siempre son iguales, y nunca se parecen unos a otros. He sacado algunos libros y he trabajado un rato. Dos horas. Media hora de creación y el resto para todo lo demás. Pienso en ti sin saber a ciencia cierta si te gustará. Te lo enseño después, y me llamas "mago". No sé, poco a poco mi ilusión malhumorada se transforma en alegría y serenidad. Se me ocurre un posible borrador para un poema sobre un anuncio por palabras. Las mañanas de La Corte son el territorio de la nostalgia y de la soledad. Dice así: "Busco un café pacífico, / amigos con alguna lealtad / -sin hora de regreso- / que esperen al doblar el mundo..." Pero ese ya, es otro cantar.


jueves, 5 de mayo de 2011

martes, 3 de mayo de 2011

Otro día

"¿Hay café?" Le preguntas a JLS. "Hoy no puedo. Otro día". No te resulta fácil y lo sustituyes, muy a tu pesar, por el borrador de un poema. Luego abres Papeles inesperados, de Julio Cortázar. Y uno de los poemas finales, "La mosca", te da la idea para un posible microrrelato al estilo de Stawomir Mrozek. Nada que pueda salvar una ausencia verdadera, y echas en falta el desayuno con JLS, al que te acostumbraste, hablar de esto y de lo otro: cine, mujeres, pasados remotos. Te haces en la Pérez de Ayala con Bestiario, de Juan José Arreola, que llevas tiempo con ganas de leer. Rescatas una de sus frases de "Cláusulas": "Soy un Adán que sueña en el paraíso, pero siempre despierto con las costillas intactas". Vas después en busca de M., al Café Colonial. Le dices que, aunque haga frío, has retomado los poemas. -¿Has vuelto a escribir? -Sí, he vuelto. Le hablas, discreto, de tus incondicionales (Incondicional: adepto a una persona o a una idea sin limitación o condición ninguna), alguna habrá verdadera. Habláis de la fama, de las chifladas neuróticas que a veces parecen acecharle. De encuentros inesperados en la Ópera. De antiguos alumnos. Es un rato ameno y navegable. Marchas a casa pensando en JLS, en su cansancio de los lunes a veces traspasado al espejo de los martes, como hoy. "Buenos días, amigo. Será otro día".

lunes, 2 de mayo de 2011

Retrato con invierno aplazado

Acaso un resto
de palabras se enciende.
Es luz de invierno.

La partida

Hay muchas maneras de ser fingidor y solo una de ser poeta.

Para escribir un diario hace falta que la primavera se nos enrede entre las manos.

El escritor de diarios escribe tanto como para no preocuparse demasiado hacia dónde va.

Del amor al odio se pasa en una fracción de segundo.

Te tengo cercana, en mi olvido de veras.

¿Quién eres tú? La luna te interroga. Nadie responde.

De todos los cafés del mundo, me quedo con el Cires, viejo y leal.

El tiempo es una lluvia que nos inunda como a los tejados y a las calles.

Tantas ciudades a las que debimos haber ido. El tren espera, ya me voy...

domingo, 1 de mayo de 2011

Para nombrar al sueño diremos patria, insomnio o Astillero solamente

No se me olvida que estaremos solos
como trenes varados
donde rompen las noches irreales.
Irremediablemente
diremos Astillero,
las aguas de la ría,
las mañanas que llegan de otra edad,
abrígate, mi amor, no cojas frío.

Diremos cielo raso
y será el mes de marzo y domingo
con palabra aplazada
a un tiempo que ruidosa.

La plenitud te busca
igual que una palabra.

Admito que las manos del viajero,
que dan en el olvido,
escriben pájaros,
jamás los ve venir, confuso,
resbalando por los tejados,
diremos que son locuaces,
una bandada de palabras
aferrándose
al cable de una página.

Para nombrar al sueño
diremos patria, insomnio,
o Astillero solamente.
Nos quedaremos solos
cuántas noches anónimas.
Si escucho, solo oigo ésto:
un canto suspendido,
hecho a nuestra medida.

No estoy

Me despierto con unos versos de JM Caballero Bonald, de su poema "No estoy". Y se los dedico a X: "Cuando vuelvas mañana / nadie se llamará ya como yo". Salgo a la calle y Keira Knightley le mira a uno desde todas las carteleras, frágil y femenina. Rescato luego La resistencia y Antes del fin, y Sabato me dice: "Como la luz de la aurora que se presiente en la oscuridad de la noche, así de cerca está la muerte de mí. Es una presencia invisible". Cierro el libro. No tengo muchas cosas, es cierto, pero tengo algunos sueños, paisajes que no se corrompen antes de lleguen los faros de la noche. Es domingo y hace frío. Queda todo por hacer.